¿Quedamos a tomar café?

Yo me dispongo a tomarme algún que otro cafetito mientras tecleo, intentando pensar con cada sorbo y escribir entre uno y otro disfrutando de un momento especial en el que pueda volcar ideas, opiniones, sobre libros, música, imágenes, dar rienda suelta a algún que otro desvarío, desahogar algún grito, espero que también algo de humor, a través de esta gran ventana virtual.

Abierta queda. Si alguien quiere tomarse un café conmigo bienvenido sea.

miércoles, 3 de octubre de 2012

El lector de Julio Verne



Voy a empezar por reconocer  mi debilidad por Almudena Grandes. Me gusta mucho esta autora. No lo he leído todo de ella, pero sí lo suficiente como para tener clara esta preferencia. No todo me ha gustado igual, pero mas de uno hay ocupando alguno de los primeros puestos en mis lecturas favoritas, de esas que dejan huella. 
Lo esperaba con ganas,  anticipando desde su publicación el disfrute que me prometía.
No fui corriendo a comprarlo. Dejé que se hiciera desear y esperé a la Feria del Libro para tener la oportunidad de felicitar a la autora por su trabajo y de paso llevarme su firma estampada en mi libro.

Tras comprarlo tampoco empecé a leerlo de forma inmediata, lo dejé cuidadosamente en la estantería a la espera de que llegara el momento de meterlo en la maleta. Tenía decidido que iba a acompañarme a la playa, quería que en sus páginas se mezclaran el olor de la tinta y la sal y que, en las pausas que me tomara para dejar que se posaran las sensaciones, los sentimientos, las ideas que la lectura fuera provocando, mis dedos  juguetearan con la arena y mi mirada se perdiera mar adentro.

Aunque parece evidente mi buena predisposición hacia él, también tenía mis reservas. Con Inés y la alegría no había acabado especialmente satisfecha. No quiero entrar en detalles que ahora no vienen al caso. Sólo comentar que el libro me gustó pero no tanto como otros anteriores, quizá porque cuando las expectativas ante un libro son muy altas se lo estás poniendo, de entrada, muy difícil.

No sé bien si es por haberlo tomado con cautela o por el escenario amable de las vacaciones, el caso es que El lector de Julio Verne ha pasado a ocupar un lugar destacado entre mis preferidos.

Desde las primeras páginas Nino se hizo un hueco dentro de mí y creo que no se marchará nunca. Es uno de esos personajes entrañables que por mucho tiempo que pase siempre los recuerdas con ternura.
Que veamos esta historia a través de sus ojos es lo que marca todo el tono del relato, porque Nino es un niño de 9 años al que le ha tocado vivir en una época muy difícil de nuestra historia y al que veremos crecer y madurar a lo largo de los tres años por los que transcurre, entre 1947 y 1949.

El guerrillero Cencerro y su leyenda, la lucha de la Guardia Civil por acabar con los guerrilleros de la Sierra Sur, la vida en una casa cuartel donde las cosas son mas difíciles de lo que cabría pensar. El día a día en un pueblo en permanente tensión.
En medio de todo esto, Nino es el Canijo, tan bajito que parece que de mayor no va a dar la talla para entrar el en Cuerpo y su padre, preocupado, se encargará de que le den clases de mecanografía que le sirvan el día de mañana para colocarse de oficinista. Pero Nino lo que quiere es ser como su amigo Pepe el Portugués que desde que se instala en las afueras del pueblo y a pesar de la diferencia de edad se convierte en su mejor amigo, en su camarada, en su confidente. Un personaje Pepe que desconcierta al joven Nino, que no acierta a comprender por qué ante el resto del mundo quiere aparecer como un hombre simple, insignificante y que no quiere líos, cuando él va descubriendo día a día, detalle tras detalle que el Pepe con el que él trata  es un hombre completamente distinto.

Hay muchos otros personajes que se van perfilando ante nuestros ojos  para hacernos sentir la atmósfera en la que se mueve la historia de Nino pero ninguno como Doña Elena. 
Doña Elena era maestra antes de la guerra y sin poder ejercer ahora su oficio malvive en un cortijo cercano al pueblo junto con Las Rubias, todas mujeres, solas, rojas. Su vida es de todo menos fácil y están marcadas por la pérdida del marido, del hijo, del hermano. A ese cortijo, donde no es bien recibido, sube Nino para recibir clases de mecanografía.
Afortunadamente doña Elena vive en una casilla aparte, una casilla que contiene un tesoro. Allí hay mas libros de los que Nino ha visto nunca y la esperanza de que Doña Elena le permita leer la colección de Julio Verne será el motor que impulse a Nino a sobrellevar el tedio de la mecanografía. 
Durante el tiempo que duran las clases Nino se sentirá un ser afortunado, feliz, y esas semanas se convertirán en el mejor recuerdo de su infancia, porque Doña Elena no sólo le enseñará mecanografía sino que le enseñará muchísimas mas cosas, le contará historias, aprenderá palabras en otros idiomas, poesía, literatura y sobre todo le enseñará otra forma de ver el mundo, con otros ojos. A través de sus historias y de las historias que le cuentan los libros Nino podrá evadirse de la realidad que le rodea y se despertará en él una curiosidad insaciable por saber más, por conocer más.
Con la complicidad de Pepe el Portugués y el carácter sereno y tranquilo de Doña Elena crecerá la semilla que con el tiempo dará forma al hombre que Nino llegaría a ser.

Son muchas las cosas que vivimos y descubrimos con Nino hasta que la historia dé un vuelco que pondrá fin a su infancia, a un tiempo que ya nunca volverá a ser igual y a nosotros nos dejará un sabor agridulce, un pequeño nudo de emoción en el estomago y  finalmente una sonrisa de comprensión, de entendimiento.

No se si he conseguido transmitir lo mucho que me ha gustado, que es una historia en la que me he metido a fondo para sentir con Nino lo que podía ser la vida en ese tiempo, en ese lugar, en esas circunstancias.

Almudena Grandes me ha vuelto a demostrar de lo que es capaz como narradora y yo no puedo hacer otra cosa que rendirme a su talento. Y esperar con calma el siguiente.














11 comentarios:

  1. Tengo muchas ganas de leer algo de esta autora, específicamente Inés y la alegría. Sus novelas siempre tienen muy buenas críticas, y se ven interesantísimas. Gran reseña, totalmente apuntado está este libro.

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    1. Estoy segura de que no te arrepentirás cuando finalmente le encuentres hueco. Además de Inés y la alegría y El lector..., si te encuentras con Los aires difíciles o El corazón helado, no los dejes pasar.
      Un beso

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  2. Todavía no he leído nada de esta autora pero a estos libros les tengo muchas ganas ya que me gusta leer sobre la época en la que transcurren, me ha gustado mucho lo que cuentas en la reseña, se nota que te ha gustado
    besos

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    1. A mi también me gusta mucho leer sobre esa época. Estoy segura de que cuando te decidas por alguno de Almundena Grandes no te arrepentirás.
      Besos.

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  3. Lo he leído. Almudena es tremenda en la descripción de los ambientes en este libro. Sus pequeños universos son hiperreales... aunque, y por ser quisquillosa, el niño tenía reflexiones demasiado sabias para su edad. Pese a todo el libro me cautivó
    Besos

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    1. Puede que tengas razón con respecto al niño, pero aun así creo que Almudena Grandes ha conseguido hacerle creíble.
      Besos.

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    2. Sí, estoy deseando leer el resto de su historia.
      Besos

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  4. También es una de mis autoras preferidas, sin haber leído todavía todo de ella. Pero tiene un modo de narrar que no hace falta leerlo todo para saber cuando una autora te gusta. Inés y la alegría aún no la he leído y éste tampoco, pero lo haré. Tarde o temprano lo haré. Y después de tu reseña, me animas a ponerme las pilas y ver si empiezo de una vez con estos libros.
    Besotes!!!

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    1. Espero que les encuentres un hueco porque creo que merece la pena, pero es cierto que hay tantos libros interesantes que queremos leer que por mas esfuerzos que hacemos siguen amontonándose en la cola de espera.

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  5. Yo también siento debilidad por Almudena Grandes y he leído unos cuantos libros suyos y creo que el que más me gustó fue "El corazón helado"... y "Los aires difíciles" también.
    Todavía no he leído "Inés y la alegría" ni "El lector de Julio Verne" pero lo haré.

    Besotes

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    1. Mi favorito hasta ahora era Los aires difíciles, seguido por El corazón helado. Ahora no se bien como colocarlos porque El lector... me ha gustado muchísimo. Sea el que sea con el que decidas ponerte no te defraudará.
      Besos

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